Estuvimos en la Sala Máxima del Espacio V Centenario, de la Universidad de Granada, con el director de cine Javier Fesser y el productor de la película Luis Manso en un foro de estudiantes del Diploma de Formación en Inclusión Social y Laboral de Jóvenes con Discapacidad Intelectual

El director de el Milagro de P. Tinto, Camino y la adaptación de Mortadelo y Filemón, Fesser, hizo un recorrido por las esencias de la película, Campeones, que define como una “comedia seria” sobre un equipo de baloncesto muy especial. El guión nos presenta personajes interpretados por actores sin experiencia, que logra el fin esencial de desmontar tanto mitos como prejuicios en torno a la discapacidad, y todo ello en una cinta que transita de las sonrisas a las lágrimas con la emoción como hilo conductor.

Junto a decenas de personas del mundo de la Universidad, amantes del cine y compañeros de camino de otras instituciones vivimos dos horas intensas en las que, con el pretexto de la película, el ganador de seis Goyas fue desgranando desde el casting hasta el rodaje. El encuentro fue organizado por la UGR y el Foro de la Magdalena (FOMAG).

Quiso dejar constancia de lo fluido de la grabación, poniendo en énfasis en la afirmación de que “hablamos de personas que son superdotadas a nivel emocional y eso hizo que esta película haya sido de las más sencillas que hemos hecho hasta ahora”.

Además, añadió que «hemos incorporado muchos tipos de personas, tantas como personas hay en el proyecto. Todos tienen algo que saben hacer de forma única, brillante, original y sorprendente. Tenemos la suerte de que la vida nos ha hecho conocer que teníamos la posibilidad y el talento de valer para algo, cosa que no siempre ocurre. La vida nos ha dado la oportunidad de desarrollar esa capacidad. Por el camino hemos reunido una familia de personas maravillosas y hemos tenido a suerte de que al público al que hablamos le guste lo que hacemos. Es abrumador venir y que encima te den las gracias por hacerlo. Tengo que dar las gracias por tener esa capacidad y de haber aprovechado la oportunidad de poder contar historias, de descubrir mis capacidades y que me etiqueten por ellas y no por mis discapacidades, las cuales son infinitas. Que la vida me haya dado la oportunidad de incidir en ello y no en mis limitaciones, es una coyuntura, hay que huir de las etiquetas».

El encuentro, que transcurrió de forma amena y divertida, concluyó con una batería de preguntas a las que el director, Javier Fesser, fue respondiendo, siempre en la órbita de la integración, a propósito de los actores, las escenas más divertidas o el proceso de filmación, aderezado, eso sí, con un alarde de su conocido humor que nos llevó a la carcajada por momentos.

En el casting participaron unas 600 personas de las que, tanto director como productor, quisieron afirmar con rotundidad habían aprovechado lo que con ellas vivieron como experiencia para enriquecer el guión original

El resumen de Fesser, que se ha convertido en un símbolo de la inclusión social y la integración de personas con discapacidad intelectual, es que ha hecho un film para “encontrarse con el diferente, esa es la enseñanza de la película«.

Prometen seguir trabajando para ofrecernos historias con corazón.

Galería Imágenes