Introducción

Antes de abordar directamente el tema que nos ocupa, la cultura en el ámbito de las personas con diversidad funcional, se hace necesario dejar claro un concepto: el acceso a la cultura es un derecho, no un privilegio.

Así mismo hemos de tener en cuenta que la cultura es un camino hacia la integración social y que además, debe moverse en dos sentidos : la que se ofrece al colectivo de las personas con diversidad funcional, por parte de la sociedad y la que este colectivo puede ofrecer a la sociedad si se le proporcionan los medios necesarios para ello.

Hay que tener en cuenta la diferencia entre dos conceptos que se confunden  muchas veces, porque es verdad que guardan en ocasiones una relación muy estrecha, pero que aún así son muy diferentes: el ocio y la cultura.

Grupo de lectura residencia Santo Ángel

El ocio tiene que ver con el bienestar  personal y la calidad de vida, la cultura, en cambio, está más relacionada con el desarrollo personal y la autodeterminación. Es cierto que, a veces, nuestro tiempo de ocio lo “llenamos” de cultura, pero eso no significa que sean conceptos iguales, aunque ambos sean necesarios para la vida de las personas.

Cuando hablamos de acceso a la cultura quizás estamos refiriéndonos a un campo demasiado extenso y hasta se puede pensar que demasiado ambiguo. Pero lo que es incuestionable es que un camino seguro a la cultura es la lectura, la lectura además expresada en un lenguaje que sea asequible y de fácil comprensión para todos los que hagan uso de ella.

 

La accesibilidad más allá de las barreras arquitectónicas

Para la mayoría de la personas profanas en este tema la accesibilidad se limita a la eliminación de las barreras arquitectónicas que impiden el acceso de forma normalizada a las personas con problemas físicos, También es verdad que las construcciones modernas  suelen ofrecer un nivel de accesibilidad más o menos aceptable, aunque en este sentido aún queda mucho por hacer. Pero hay una parte de esta “accesibilidad “, si es así entendida, que está muy por debajo de lo que realmente sería deseable. Nos referimos a los edificios antiguos o a las construcciones monumentales. Casi siempre las barreras son bastantes y muchas veces insalvables, desde la calle donde se ubica el edificio hasta el acceso a las propias dependencias del mismo.  El motivo principal es que los medios para hacer accesibles estos edificios o construcciones son caros , pues suponen nuevas obras y modificaciones que no rompan el entorno de los mismos. Actualmente se ofertan “rutas accesibles” para este grupo de personas, que son del todo insuficientes.

Por otro lado, la accesibilidad va más allá del “acceso físico” a los diferentes lugares. Por ejemplo, de nada nos sirve poder acceder sin problemas a la oficina de turismo de nuestra ciudad si no entendemos a las personas que nos sirven información o los folletos que se nos ofrecen en dichas oficinas no están escritos en un lenguaje comprensible para nosotros.

Sería necesario en este sentido  , tomar tres medidas básicas:

  1.  La perfecta señalización dentro y fuera del edificio, mediante la utilización de los medios necesarios, por ejemplo,  los pictogramas.
  2.  Formación dirigida a las personas  que nos ofrezcan la información, desde una ventanilla hasta los guías que nos den las explicaciones pertinentes. El lenguaje habitual, en este terreno, ya es complicado, se usan muchísimos vocablos específicos cuyo significado desconocemos . Es necesario formar a estas personas para que nos ofrezcan la información en un lenguaje fácil.  Por supuesto, se hacen también imprescindibles los interpretes , cuando las personas así lo requieran,
  3.  Utilización de soportes de información adecuados, tanto  los que nos proporcionan las nuevas tecnologías como la información impresa. Si un folleto ya viene escrito en varios idiomas..¿por qué no también en lectura fácil?

La biblioteca: Un referente cultural

Por supuesto, la biblioteca debe ser un referente cultural para TODOS los miembros de la comunidad donde se encuentre. Es necesario  que los criterios mínimos señalados anteriormente sean , por supuesto, reales en el caso de las bibliotecas sobre todo si son públicas. La accesibilidad debe ser total, sumando al acceso al edificio y a sus dependencias,  el uso de mobiliario adaptado y la perfecta señalización de zonas y útiles, incluyendo las estanterías de libre acceso.

Pero lo más destacable de las bibliotecas son sus fondos, sobre todo, los libros. Cada una de ellas debe tener un porcentaje suficiente  de libros en LECTURA FÁCIL.

¿Qué es la lectura fácil?

Empecemos por el principio.

La comprensión lectora es la capacidad que tenemos las personas de entender un texto.

La lectura fácil es una tipología de adaptación textual que permite la lectura y comprensión a personas que presentan dificultad para ello.

La lectura no deja de ser un proceso complicado que se inicia descifrando el código del lenguaje. Pasa por la identificación de las letras, las palabras, las frases y su significado, la comprensión de cada una de ellas y el texto en su conjunto. En definitiva, es un proceso de interacción entre el pensamiento y el lenguaje.

Según la Asociación de Lectura Fácil creada en 2002 y pionera en España en este ámbito, puede definirse como:

“Libros, documentos administrativos y legales, textos informativos, páginas web…., que siguen las directrices internacionales de la IFLA (International Federation of Library Associations and Institution) y de Inclusion Europe, en cuanto al lenguaje, el contenido y la forma. La ALF revisa los materiales de lectura fácil y los valida con el logo LF.

logotipo lectura fácil

Los colectivos a los que va dirigido el material impreso en lectura fácil no son solo los del ámbito de la diversidad funcional. También podemos señalar escolares con problemas de aprendizaje, grupos de emigrantes que no tienen un control del idioma, grupos de mayores, entre otros.

La misma asociación justifica la necesidad de este tipo de adaptación argumentando que aproximadamente el 30% de la población tiene dificultades lectoras.

A grandes rasgos, las características que presentan los textos en lectura fácil son las siguientes:

  • Uso de frases simples, cortas y con una estructura gramatical sencilla: sujeto verbo y complementos.
  • Textos presentados en bandera
  • Márgenes amplios e interlineado generoso
  • Imágenes descriptivas que concuerdan con el texto de la página clarificando su significado
  • Notas a pie de página o en los márgenes de las mismas que incluyen  las definiciones  de algunas palabras “difíciles” escritas de forma escueta y clara
  • En cuanto al caso concreto de los libros de contenido literario, suelen ser bastante más breves que los escritos en lenguaje habitual.

Al mismo tiempo es preciso tener en cuenta el nivel de lectura de la persona que va a leer el texto. Suele haber tres niveles de dificultad diferentes.

Entre las muchas razones que hacen necesaria la lectura fácil podríamos señalar:

  • El acceso a la lectura y a la información es un derecho y una necesidad social
  • Leer es un placer que permite compartir ideas, pensamientos y experiencias
  • Muchos textos tiene un exceso de tecnicismos, una sintaxis compleja y una presentación poco clara
  • Que el 30% de la población demande este tipo de lectura es un motivo suficientemente importante como para que se la tenga muy en cuenta.

A pesar de todas estas razones que justifican más que de sobra el uso de la lectura fácil, actualmente su uso aún es muy escaso. Pongamos el ejemplo de los libro de contenido básicamente literario (novelas, biografías , poesía, teatro, entre otros). En este sentido hablamos de un doble problema:

  1. Las bibliotecas no tiene el suficiente material en lectura fácil como para satisfacer las necesidades que realmente existen, ni siquiera contando con el servicio de préstamo interbibliotecario
  2. en nuestro país no se disponen más que de unos ciento cuarenta títulos traducidos a lectura fácil y apenas se dedican a imprimir este tipo de material unas diez editoriales importantes.

Bien es verdad que los propios autores empiezan a preocuparse de que sus obra se editen en este tipo de lectura o simplemente escriben textos de fácil traducción (podríamos señalar a Laura Gallego o Jordi Sierra i Fabra, entre otros.).

En cuanto a los géneros literarios más traducidos a lectura fácil, ocupa un lugar preferente la novela, especial interés despiertan los clásicos :Romeo y  Julieta, las Novelas Ejemplares,  las leyendas de Bécquer, Alicia en el País de las maravillas o el mismísimo Don Quijote de la Mancha.

Pero el cometido de las bibliotecas no es solo proporcionar material de lectura adecuado a quien así lo solicite. La biblioteca es un lugar  de donde parte gran número de actividades que están íntimamente relacionadas con la cultura y , mediante ella, con la integración de las personas en la comunidad en donde viven. Entre esas actividades cobra una importancia fundamental cuando se habla de lectura fácil la creación y difusión de los clubs de lectura.

No debemos olvidar las ventajas que suponen el uso de las nuevas tecnologías en el ámbito de la lectura en general, así como al de la lectura fácil. Es bien sabido la utilidad que este sentido  aportan los audiolibros o la utilización de música o animaciones como elementos de apoyo para el texto

Para concluir diremos que , excepto algunas salvedades, las necesidades de lectura del colectivo del colectivo de las personas con diversidad  funcional no es tan diferente al de las personas de cualquier otro colectivo o incluso a las de cualquier miembro de la comunidad a la que pertenecen.

Alicia Expósito Sánchez