Impartimos una formación sobre lectura fácil, con el resto de asociaciones de la provincia, pensando en las personas con discapacidad que nos piden ‘hazlo fácil conmigo’
Texto adaptado a Lectura Fácil
Hay personas que piensan que ayudan a otras
sin tener en cuenta que también quieren participar.
Así,
dejamos a un lado a la persona que queremos ayudar y
podemos caer en el error de no acertar.
Las personas con discapacidad dan valor
a las cosas que se hacen para ellas.
La forma en que dan valor es participando, y
se logra que todo sea más fácil contando con ellas.
Hemos participado en un curso de lectura fácil,
que se ha celebrado con las asociaciones de la provincia, y
que nos ha enseñado a escribir textos
para personas que tienen dificultades para entender.
También les ha enseñado a ellas
que son necesarias para que estos textos sirvan para algo,
porque ellas tienen que decir que están bien hechos, y
que los pueden entender.
Pero estos textos no son solo para personas con discapacidad
porque también ayudarán a personas
con otras enfermedades
que no les dejen entender con facilidad, e
incluso a personas de otros países
que tienen difícil entender todas las palabras.
Al final, por más que se intente justificar, es excluyente la tarea que se hace pensando en un colectivo concreto si no se cuenta con ese grupo de personas.
Es por esto que en cuestiones de accesibilidad el valor lo dan las personas que participan en el proceso.
Este valor es un añadido al que ya tiene, de por si, cualquier medio para hacer más fácil la vida de las personas.
La lectura fácil es uno de los pilares de la accesibilidad cognitiva.
El proceso tiene dos momentos, y ambos son ineludibles. Tan ineludibles como ligados entre si pues no es hacerlo fácil, sino hacerlo fácil conmigo.
Pudiera parecer que hacer un texto en lectura fácil es un ejercicio sincrético y poco más. Pero la lectura fácil hace de la persona que adapta un medio para encontrar las palabras y las formas escritas adecuadas al entendimiento de cualquier otra persona.
No es la discapacidad el destino final. En este caso es un medio ideal.
De un lado la persona que adapta escribe pensando en esas otras personas que tienen ciertas limitaciones cognitivas. Estas barreras no tienen solo que ver con su capacidad, sino que pueden venir condicionadas por el acceso a la cultura o lenguaje del país.
Y en ese otro momento tenemos a la validadora, al validador.
En esto estamos: nuestras personas con discapacidad se forman para dar validez a aquellos textos que se adaptan pensando en ellas y en ese grupo de posibles beneficiarias.