“Detrás de un niño difícil hay una emoción que no sabe expresar”

     Nuestra labor profesional como psicólogas se desarrolla en el Centro de Educación Especial «Ntra. Sra. de la Esperanza», donde se atiende a alumnos matriculados en Educación Básica Especial (EBE)  y  en los Programas de Formación a la Transición a la Vida Adulta (PFTVA) con diferentes grados de Discapacidad Intelectual, Trastornos del Aprendizaje, Trastornos Mentales, Síndromes específicos, Trastornos del comportamiento y otras Patologías asociadas (deficiencias sensoriales y motóricas).

     Desde nuestra experiencia diaria la mejor intervención ante los problemas del comportamiento/conductas desafiantes es la PREVENCIÓN. Por eso, la base teórica y práctica de nuestra intervención está basada en el apoyo conductual positivo (ACP) una “caja de herramientas” basada en valores y centrada en la persona.

     Consiste en desarrollar y establecer apoyos con el fin de conseguir cambios conductuales importantes en la persona a nivel social, utilizando estrategias lo menos aversivas posible. Estos apoyos son plasmados  en un plan elaborado por el equipo de atención directa, familiares y allegados para hacer frente, de una forma planificada y organizada a los problemas de conducta lo cual implica remediar condiciones ambientales  y/o déficit en habilidades. Es importante resaltar que la conducta (C) está en función del estado personal (P), orgánico, neuropsicológico y el entorno (E), físico, social y cultural.  C = f (P;E).

     Podemos definir la conducta problemática como “aquélla  conducta que por su intensidad, duración o frecuencia afecta negativamente al desarrollo personal de la persona, así como a sus oportunidades de participación en la comunidad” (Emerson, 1995).

     Las conductas desafiantes más frecuentes en la escuela son: autoagresiones, agresiones a los demás, destrucción de objetos, conductas disruptivas, hábitos atípicos y repetitivos, conducta socialmente ofensiva, retraimiento o falta de atención y conducta no cooperativa.

¿Por qué aparecen las conductas problemáticas?:

  • Por conseguir atención (necesidad de cariño, dedicación)
  • Por conseguir algo tangible (objeto, comida, actividad)
  • Por estimulación/frustración
  • Por evitar algo (objeto, comida, actividad)

Una vez que observamos que aparecen conductas-problema, ponemos en marcha el plan de apoyo:

  1. Identificar la conducta. Definir la conducta problemática
  2. Hacer un registro. Medir y registrar las variables.
  3. Identificar los desencadenantes lentos y rápidos (bio/psico/social)
  4. INTERVENCIÓN. Plan de trabajo.
  5. Evaluación de resultados

 

“Atiende sus emociones e intenta que esa rabia, ese miedo o tristeza contenida se traduzca siempre en palabras”

Factores que contribuyen a la conducta desafiante: Predisponentes, Precipitantes o de mantenimiento.

 

Enfoque Preventivo / Proactivo:

Aproximación Preventiva en Tres Niveles:

     La prevención  va más allá del control de las consecuencias de la conducta problemática, ésta incluye la manipulación del contexto antes de que la conducta tenga lugar además de la enseñanza de conductas alternativas como estrategia básica para reducir o eliminar el comportamiento inadecuado.

1º.- Adaptación del entorno:

  • Crear ambientes motivantes, afectivos, positivos, claramente predecibles y adaptados a los intereses y capacidades de los alumnos para facilitarles una organización del y tiempo que favorezca la comunicación, anticipación, en definitiva la autonomía.
  • Detectar los indicadores o estímulos que provocan la aparición de conductas desafiantes.

2º.- Ofrecer códigos comunicativos:

  • Dar información utilizando claves visuales además de información auditiva
  • Trabajar a través de entradas multisensoriales (claves olfativas, objetos reales, miniaturas, experiencias táctiles, vestibulares, y propioceptivas además de la información visual y auditiva.
  • En los alumnos a los que no podemos acceder a través de la palabra, gesto o signo se utilizaran estrategias de comunicación multisensorial.

3º.- Proyectar expectativas favorables:

  • Aceptando al alumno tal como es, diferenciando entre alumno y su conducta.

4º.- Desarrollo de habilidades emocionales, fomentando la utilización de estrategias relacionadas con:

  • Identificación de las emociones positivas y negativas y sus consecuencias en las situaciones sociales.
  • Reconocimiento de los indicadores o señales de alerta que avisan de la aparición de un problema.
  • Expresión de emociones.
  • Desarrollo de la empatía emocional hacia el otro.
  • Recreación, en el contexto escolar, residencial de patrones de comprensión social de las normas, relaciones interpersonales y emocionales.

“Toda norma se argumenta, toda obligación o castigo debe explicarse para que le niño lo entienda”

Habrá casos en los que no se haya podido prevenir que el alumno/a se encuentre ante un episodio de descontrol emocional y en los que tengamos que utilizar  las estrategias reactivas.

A modo ejemplo podemos observar las siguientes fases a seguir si la conducta ocurre en el aula:

  • Una vez que detectamos el estado de nerviosismo debemos comprobar que no esté causado por otro compañero/a. Si es así se reconducirá a otra aula o lugar para que no aumente su nivel de estrés y así relajarse como medida de prevención.
  • Si accede y colabora se pondrán en práctica estrategias de relajación y se reforzará: previamente identificará sus emociones (enfado-alegría), intensidad del enfado y técnicas de autocontrol.
  • Si no accede y no colabora se utilizará un modo más directivo de comunicación, estableciendo con anterioridad, un “círculo de seguridad” de al menos dos metros de perímetro a su alrededor, donde no puede haber ningún objeto que pueda utilizar como arma ni otros alumnos.
  • Si no logramos resultado cambiamos el lenguaje directivo por un lenguaje que solicite ayuda y colaboración, a través de estrategias como la distracción.
  • Si continúa negándose a colaborar dentro de ese espacio comenzamos a extinguir o ignorar la conducta (siempre que no lesione su integridad física o la de los demás).
  • La extinción hay que utilizarla para no seguir reforzando la conducta inadecuada, pues la sola presencia física y la insistencia verbal son reforzadores poderosos. La extinción propicia la atenuación inicial de la conducta y una posterior bajada de ansiedad.
  • Si la extinción no funciona y existe riesgo o intención de hacer daño a otros o a si mismo nos plantearemos hacer uso de la contención física cuyo objetivo es que el alumno se canse y se tranquilice. Se le acariciará la cabeza y se le hablará suavemente. En estos momentos debe haber al menos dos personas.
  • Si pese a la contención física la agitación y violencia persiste se procederá a llamar al servicio de enfermería para que administre la pauta prescrita por su médico para estas situaciones.

“El mayor causante de las alteraciones de conducta está en la falta de atención”

CONCLUSIONES

     El Apoyo Conductual Positivo comparte sus valores y principios así como su objetivo último de mejora de la calidad de vida, con la filosofía del Modelo de Apoyos y con el aprendizaje de habilidades adaptativas. Es una técnica de intervención y aprendizaje, aplicable, al entorno educativo.

     Los fundamentos del enfoque de Baja Activación son el Pensamiento (lo que creemos condiciona nuestra respuesta), Emoción (lo que sentimos condiciona nuestra respuesta) y Conducta (lo que pensamos condiciona nuestra respuesta).

A veces nos preguntamos ¿cómo debemos  actuarante los problemas de conducta?

  • Pararnos a pensar/ Relajarnos
  • Tranquilidad: entre todos encontraremos una solución. EQUIPO
  • No dejarnos llevar por el instinto o lo que yo creo. Es necesario EVALUAR.
  • Todos en una misma línea de actuación.

Cambiar de reacción a prevención

     Pensamos que los servicios educativos deberían de proporcionar soporte y apoyo en lugar de exigencias, mayor contacto social y afectivo  así como actividades útiles y significativas. El personal de atención directa debe ser facilitador de bienestar utilizando técnicas de apoyo activo,  de esta  manera decrecerán considerablemente  los problemas de comportamiento, aunque siempre quedará una  parte que dificulte esta labor y que la constituyen los factores predisponentes o de desarrollo (biológico, psicológico).

Bibliografía:

  • Goñi, Mª José, Martínez Natxo y Zardoya Abel. Cuadernos de buenas prácticas. FEAPS 2007
  • Preciado, J. ,Sugai George. Apoyo conductual positivo escolar. Revista Catalana de Educación Especial.
  • Red/Grupo de apoyo ACP. FEAPS ANDALUCÍA. 2016.
  • Tamarit, J. EQUIPO CEPRI. Madrid. Conductas desafiantes y autismo.

Encarnación Caba Muñoz  y  Dolores Mª Hidalgo Muñoz
Psicólogas Centro Educación Especial Ntra. Sra. de la Esperanza